Se acerca el día de la madre. Ese día en el cual festejamos a una de las personas más importantes en nuestra vida. Un día para celebrar el amor incondicional, el afecto, el sacrificio y el tiempo que ella nos dedicó. Es por eso que muchas veces se vuelve difícil encontrar las palabras correctas para abarcar sentimientos tan fuertes.

Sentarse a escribir para el día de la madre no es tarea sencilla. Hay muchísimas cosas que necesitamos transmitir en muy pocas palabras. Buscamos algo que nos mueva, que haga aflorar nuestros sentimientos más profundos, más aniñados, aquellos momentos en los cuales mamá era la dueña de todo nuestro amor. Nos pusimos a pensar en qué es aquello que hacen a las madres tan imprescindibles, tan queridas pese a cualquier cosa, qué es ese hilo que nos une de manera indeterminada.

Nos dimos cuenta que había siempre un patrón presente: nuestra madre nos dio su vida. Nos dedicó su tiempo, su energía, su amor. Nos mostraron el mundo, nos enseñaron a querer, a sentir, a ser quienes somos hoy en día.

Una mamá es alguien incondicional, cuyos sentimientos son inconmensurables, atrapantes y perennes. Alguien que merece ser celebrada todo el tiempo, no solo un domingo al mes. Esto es lo que nosotros queremos transmitir. Aquí les dejamos la frase…

“Me diste todo sin pedir nada ¡Gracias mamá!”